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21 de junio 2008
Mezcla de sabor e historia
Gastón Echeveste ha fabricado helados desde que tenía 12 años
Monterrey - Entre tradiciones italianas y argentinas, se mezcla el sabor y la historia de un país que ha tenido un gran aporte cultural hacia el nuestro. Y es que desde los años 30’s, cuando Argentina era una nación más próspera que muchos otros países europeos y latinoamericanos, comenzaron a llegar inmigrantes de este país atraídos por la meca del cine mexicano.
Recientemente, una oleada de argentinos que pensaban quedarse de forma temporal, mientras la crisis económica de su país pasaba, ha decidido hacer de México su lugar de residencia.
La comunidad argentina ha participado de manera muy activa en la apertura de distintos establecimientos, como restaurantes, bares, tiendas de ropa y casas de cambio, entre otros giros comerciales.
Uno de estos casos es el de Gastón Echeveste y María José Gómez, quienes llegaron a México en 2002 provenientes de Santa Rosa, La Pampa.
"Hubo una serie de factores que nos motivó a venir acá, pero quizás el más importante fue la búsqueda de un cambio que nos permitiera ser felices", así se expresa la pareja que actualmente tiene una pequeña bebita que nació en Monterrey meses atrás.
Vivir en otro país, aseguran los entrevistados, permite mirar desde otro ángulo la forma en que estabas viviendo y replantear muchas cosas que antes no cuestionabas, porque parecían normales.
La pareja recientemente abrió una heladería en el centro de la ciudad de Monterrey, en donde elaboran de manera artesanal la nieve y ofrecen, además, variados productos típicos argentinos.
Desde que Gastón tenía 12 años fabricaba helados con su familia. Ahí trabajó y aprendió lo suficiente para después poner por su cuenta un negocio. Sin embargo, después se dedicó a la música un tiempo; al llegar a la capital regia se dedicó a tocar y cantar en bares locales.
"Cuando llegué a Monterrey pensé que era un lugar ideal, por el clima, para poner la heladería y pensé que no había un negocio que estuviera elaborando el tipo de helados que yo quería fabricar".
"La idea estuvo dando vueltas desde el principio y poco a poco se fueron dando las circunstancias para poder concretarlo, pues conseguimos el equipo y se pudieron importar los productos que necesitábamos", comenta el entrevistado.
Los helados de "El argentino… nieves sencillitas" son diferentes, según sus propietarios, debido al empleo de productos naturales y la fabricación artesanal. Para su elaboración utilizan recetas ítalo-argentinas, con las que buscan rescatar el color, la frescura y el sabor de los ingredientes.
Este es un aspecto que se ha ido perdiendo poco a poco en la fabricación industrial de nieves, asegura Echeveste, ya que se han tenido que emplear ingredientes sustitutos como la grasa vegetal, sintéticos y colorantes.
"Nuestra idea es recuperar el sabor original y ofrecer un producto de calidad fabricado en base a crema, leche, fruta y chocolates, para que el cliente pueda consumir y ofrecer con tranquilidad a su familia un producto no sólo sabroso, sino con las propiedades y beneficios de un producto natural".
En comparación con el proceso industrial, la fabricación artesanal le da la ventaja a quien los elabora de poder controlar todo el proceso de producción, desde la fabricación hasta la venta, y así poder recibir las opiniones y sugerencias de los clientes, dándoles la ventaja de crear y explorar permanentemente nuevos sabores.
"Tenemos sabores clásicos como frutilla (fresa), nuez, pistache, chocolate, vainilla, mango, melón y limón, pero también vamos rotando e incorporando periódicamente sabores como pay de queso, frutos salvajes y los clásicos sabores ítalo-argentinos como dulce de leche (cajeta), granizado y crema del cielo".
Además de helados ofrecen otros productos típicos de su país, como alfajores, yerba mate, pastafrolas, dulce de leche y próximamente postres helados. También hay algunos productos más arraigados a su cultura, como cafés fríos con nieve, frappés de mango con chile, malteadas y frappés de guanábana.
Con respecto a las diferencias entre las costumbres de Argentina y México, nos comenta la pareja que han observado que los mexicanos viven de forma más relajada y que disfrutan más.
"En Argentina la gente vive permanentemente estresada y uno escucha quejas todo el tiempo, se respira un aire de inconformidad permanente y se vuelve muy difícil relajarse. Supongo que tiene que ver con la situación socioeconómica en la que se vive, pero también es parte de la idiosincrasia del argentino".
Sin embargo, de manera muy inteligente, han logrado aprender lo mejor de los dos países y lo han aplicado. "Hemos aprendido a combinar el placer por lo que hacemos y darnos tiempo para disfrutar lo que logramos".
Hoy en día las fronteras ya no son obstáculo para la gente que tiene sueños y que camina con bandera de paz. Poco a poco tal vez pueda lograrse la construcción de un mundo más heterogéneo en el que podamos ser ciudadanos del mundo y compartir lo mejor de nosotros y de nuestra cultura con el resto de la humanidad.
Recientemente, una oleada de argentinos que pensaban quedarse de forma temporal, mientras la crisis económica de su país pasaba, ha decidido hacer de México su lugar de residencia.
La comunidad argentina ha participado de manera muy activa en la apertura de distintos establecimientos, como restaurantes, bares, tiendas de ropa y casas de cambio, entre otros giros comerciales.
Uno de estos casos es el de Gastón Echeveste y María José Gómez, quienes llegaron a México en 2002 provenientes de Santa Rosa, La Pampa.
"Hubo una serie de factores que nos motivó a venir acá, pero quizás el más importante fue la búsqueda de un cambio que nos permitiera ser felices", así se expresa la pareja que actualmente tiene una pequeña bebita que nació en Monterrey meses atrás.
Vivir en otro país, aseguran los entrevistados, permite mirar desde otro ángulo la forma en que estabas viviendo y replantear muchas cosas que antes no cuestionabas, porque parecían normales.
La pareja recientemente abrió una heladería en el centro de la ciudad de Monterrey, en donde elaboran de manera artesanal la nieve y ofrecen, además, variados productos típicos argentinos.
Desde que Gastón tenía 12 años fabricaba helados con su familia. Ahí trabajó y aprendió lo suficiente para después poner por su cuenta un negocio. Sin embargo, después se dedicó a la música un tiempo; al llegar a la capital regia se dedicó a tocar y cantar en bares locales.
"Cuando llegué a Monterrey pensé que era un lugar ideal, por el clima, para poner la heladería y pensé que no había un negocio que estuviera elaborando el tipo de helados que yo quería fabricar".
"La idea estuvo dando vueltas desde el principio y poco a poco se fueron dando las circunstancias para poder concretarlo, pues conseguimos el equipo y se pudieron importar los productos que necesitábamos", comenta el entrevistado.
Los helados de "El argentino… nieves sencillitas" son diferentes, según sus propietarios, debido al empleo de productos naturales y la fabricación artesanal. Para su elaboración utilizan recetas ítalo-argentinas, con las que buscan rescatar el color, la frescura y el sabor de los ingredientes.
Este es un aspecto que se ha ido perdiendo poco a poco en la fabricación industrial de nieves, asegura Echeveste, ya que se han tenido que emplear ingredientes sustitutos como la grasa vegetal, sintéticos y colorantes.
"Nuestra idea es recuperar el sabor original y ofrecer un producto de calidad fabricado en base a crema, leche, fruta y chocolates, para que el cliente pueda consumir y ofrecer con tranquilidad a su familia un producto no sólo sabroso, sino con las propiedades y beneficios de un producto natural".
En comparación con el proceso industrial, la fabricación artesanal le da la ventaja a quien los elabora de poder controlar todo el proceso de producción, desde la fabricación hasta la venta, y así poder recibir las opiniones y sugerencias de los clientes, dándoles la ventaja de crear y explorar permanentemente nuevos sabores.
"Tenemos sabores clásicos como frutilla (fresa), nuez, pistache, chocolate, vainilla, mango, melón y limón, pero también vamos rotando e incorporando periódicamente sabores como pay de queso, frutos salvajes y los clásicos sabores ítalo-argentinos como dulce de leche (cajeta), granizado y crema del cielo".
Además de helados ofrecen otros productos típicos de su país, como alfajores, yerba mate, pastafrolas, dulce de leche y próximamente postres helados. También hay algunos productos más arraigados a su cultura, como cafés fríos con nieve, frappés de mango con chile, malteadas y frappés de guanábana.
Con respecto a las diferencias entre las costumbres de Argentina y México, nos comenta la pareja que han observado que los mexicanos viven de forma más relajada y que disfrutan más.
"En Argentina la gente vive permanentemente estresada y uno escucha quejas todo el tiempo, se respira un aire de inconformidad permanente y se vuelve muy difícil relajarse. Supongo que tiene que ver con la situación socioeconómica en la que se vive, pero también es parte de la idiosincrasia del argentino".
Sin embargo, de manera muy inteligente, han logrado aprender lo mejor de los dos países y lo han aplicado. "Hemos aprendido a combinar el placer por lo que hacemos y darnos tiempo para disfrutar lo que logramos".
Hoy en día las fronteras ya no son obstáculo para la gente que tiene sueños y que camina con bandera de paz. Poco a poco tal vez pueda lograrse la construcción de un mundo más heterogéneo en el que podamos ser ciudadanos del mundo y compartir lo mejor de nosotros y de nuestra cultura con el resto de la humanidad.
EL DATO
Heladería El Argentino, ubicada en Aramberri 808 entre Dr. Coss y Arista, a dos cuadras del paseo Santa Lucía. Abierto de lunes a domingo de 12:00 a 22:00 horas.
Teléfono: 8340.0000
